En medio de una crítica situación de desplazamiento que afecta a más de 600 indígenas emberá en el Alto Sinú, la Alcaldía de Tierralta activó una brigada de atención integral en las comunidades de Koredó y Nejondó, dos de las zonas más afectadas por el conflicto armado en la región.
La Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) alertó que 611 personas del resguardo emberá se han visto forzadas a desplazarse debido a operaciones militares contra grupos armados ilegales en el Nudo de Paramillo.
Según Andrés Chica, defensor de derechos humanos, la situación se agrava por enfrentamientos entre la fuerza pública y el Clan del Golfo, afectando especialmente a mujeres embarazadas y niños.
La brigada, que opera desde el 29 de enero, incluye servicios médicos, odontológicos y entrega de ayuda humanitaria, con participación del Hospital San José, varias EPS y la Mesa Municipal de Víctimas.
Esta acción forma parte de la respuesta de emergencia que la alcaldía comenzó a implementar desde principios de enero, cuando se reportaron los primeros desplazamientos.
La OCHA advierte que aproximadamente 12,000 miembros de estas comunidades indígenas permanecen en riesgo por las confrontaciones en el territorio. La situación se complica además por el aumento de cultivos de coca en la zona, según reportes del SIMCI mencionados por defensores de derechos humanos.


