En un esfuerzo por garantizar la seguridad alimentaria y la calidad del agua, la Secretaría de Desarrollo de la Salud de Córdoba, en alianza con la Universidad de Córdoba, ha realizado 1.088 análisis de muestras en 29 municipios del departamento durante el último trimestre de 2024. Esta iniciativa hace parte de la vigilancia sanitaria de la región.
El programa de monitoreo, que involucra inspecciones sorpresivas y aleatorias, abarca desde redes de acueducto hasta establecimientos comerciales de alimentos, incluyendo tiendas de barrio y puntos de distribución. Los análisis comprenden evaluaciones fisicoquímicas y microbiológicas tanto de agua potable como de alimentos preparados, productos cárnicos y pescados.
Carlos Vasco Álvarez, secretario de Desarrollo de la Salud departamental, destacó que esta intensificación en la vigilancia busca principalmente prevenir las Enfermedades Transmitidas por Alimentos (ETAS). «Estamos comprometidos con garantizar que el agua y los alimentos que consumen las familias cordobesas cumplan con los más altos estándares de calidad y seguridad», afirmó el funcionario.
“Con estas acciones estamos apuntando también a reducir la Enfermedades Transmitidas por Alimentos, ETAS, las cuales se generan por la manipulación inadecuada o el almacenamiento, estamos llegando a tiendas de barrio, establecimientos de comercio y puntos de distribución de redes de acueducto en todos los municipios para hacer la vigilancia”, concluyó Vasco Álvarez.
La Gobernación de Córdoba ha incluido a la academia en estos procesos dada la experiencia y conocimiento que tienen instituciones de educación superior como la Universidad de Córdoba.


