Más de cinco mil personas vestidas de blanco se congregaron en Sincé para defender las corralejas como expresión cultural y fuente de sustento económico en la región Caribe, en una manifestación organizada por la Asociación de Ganaderos de Toros Bravos (ASOTOROS).
La concentración, realizada al ritmo del himno nacional, buscó visibilizar el impacto económico y social que tendría la prohibición de estas festividades tradicionales, que han sido parte de la identidad regional durante siglos.
«Hoy nos vestimos de blanco como muestra de respeto por una tradición en defensa de nuestros pequeños comerciantes y de la cultura», declaró Bautista Hoyos, presidente de ASOTOROS, quien anunció que acudirán a todas las instancias judiciales, legislativas y administrativas para salvaguardar esta manifestación popular.
La organización expresó su respeto por las decisiones de la Corte Constitucional, pero manifestó preocupación por el impacto que la medida generará en miles de familias que dependen directa e indirectamente de esta tradición.
El ganadero Milad José Barguil enfatizó que la defensa va más allá de las corralejas en sí mismas: «Defendamos el derecho al trabajo de las personas a elegir en qué se quiere desempeñar cada colombiano para subsistir. Queremos velar por el bienestar de los pequeños comerciantes que han dedicado toda su vida al comercio en torno a estas fiestas».
ASOTOROS reiteró su disposición a participar en espacios de concertación que busquen equilibrar el respeto por los animales, la protección de la tradición y el bienestar de las poblaciones que han convertido las corralejas en una expresión cultural nacional transmitida de generación en generación.
La organización sostiene que estas festividades no solo representan diversión, sino una importante fuente económica para pequeños comerciantes de la región.
