
La Defensoría del Pueblo ha emitido 136 Alertas Tempranas entre 2017 y 2022 sobre los riesgos de la presencia y accionar de las facciones disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en 237 municipios y 29 departamentos del territorio nacional.
Esto representa el 52,5% del total de alertas emitidas por la entidad. Según la Defensoría del Pueblo, estas disidencias se han establecido principalmente en los departamentos de Antioquia, Cauca, Nariño, Putumayo, Caquetá y Valle del Cauca.
Las disidencias de las FARC se dividen en dos organizaciones: el Frente Primero (los Gentilianos), que se formó antes de la firma del Acuerdo de Paz de 2016 y estaba encabezada por Gentil Duarte, y la Segunda Marquetalia, que se formó posteriormente a la firma del acuerdo y estuvo liderada por Jesús Santrich e Iván Márquez. Estas disidencias se financian principalmente a través del narcotráfico, la minería ilegal y el contrabando, con un reciente aumento en los préstamos gota a gota.
Las Alertas Tempranas de la Defensoría del Pueblo han identificado que las amenazas a personas defensoras de derechos humanos, líderes y lideresas sociales, son las conductas vulneratorias más recurrentes de las disidencias de las FARC, seguidas del desplazamiento forzado y el reclutamiento, uso y explotación de niños, niñas y adolescentes.
En varias zonas del país, estas disidencias se encuentran en un proceso expansivo, mientras que en otras se encuentran en proceso de consolidación o disputando el territorio con otros grupos armados.
Por ejemplo, en el departamento de Arauca, las disidencias de las FARC se han financiado mediante la extorsión y los «secuestros exprés», además de actividades ilegales como el contrabando de ganado y bienes y el robo de combustible en la zona fronteriza colombo-venezolana. En Caquetá, las disidencias de Gentil Duarte han aplicado los manuales de conducta de las antiguas FARC, estandarizando el cobro de extorsiones y restringiendo la movilidad.
En la región del Catatumbo, las disidencias de las FARC mantienen una disputa territorial con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).