En una operación de control en aguas del Pacífico colombiano, la Armada de Colombia logró la interceptación de un semisumergible tipo LPV que transportaba 1.885 kilogramos de clorhidrato de cocaína. La embarcación, tripulada por dos individuos de nacionalidad ecuatoriana y uno colombiano, fue abordada por unidades de guardacostas durante la operación.
En el interior del semisumergible, las autoridades encontraron 94 bultos de diferentes formas y tamaños, que contenían paquetes rectangulares con sustancias ilícitas. Después de llevar el cargamento a un buque de la Armada, se realizó la Prueba de Identificación Preliminar Homologada (PIPH), confirmando la presencia de 1.885 kilogramos de clorhidrato de cocaína.
Según la Armada, los individuos detenidos, de edades 26, 37 y 63 años, aparentemente planeaban llevar la carga hacia Centroamérica. Sin embargo, debido a las difíciles condiciones meteomarinas, la embarcación presentó fallas y se hundió en el lugar.
Los detenidos fueron puestos a disposición de las autoridades para el inicio del proceso de judicialización. Este golpe al narcotráfico evitó que más de 63 millones de dólares ingresaran a las estructuras logísticas y financieras de las organizaciones de crimen transnacional.